Que la suerte esté siempre de vuestra parte, tributos.
-¿Crees que
tardará mucho en despertar?
-Tranquilízate,
pequeña. Aunque le picaron muchas rastrevíspulas, seguro que está
a punto de despertar.
¿Quiénes
hablan?¿Sobre quién hablan? ¿Sobre mí? ¿Dónde estoy?
Las palabras
llegan a mis oídos pero tardo un rato en comprenderlas. Abro poco a
poco los ojos, y veo los pies de Luna y Sirius. Me incorporo un poco,
y aunque me cuesta, lo consigo.
-¡Ariadna!-grita
Luna corriendo hacia mi lado- Menos mal que estas bien, no sabes lo
mal que lo he pasado.
-Luna,
relájate, sigue un poco confusa, no la líes más aún.-dice Sirius
viniendo hacia nosotras. Se sienta a mi lado y continúa- ¿Como
estas, Ari?
-Pues la
verdad, como si tuviera la cabeza llena de espuma.-Luna se ríe- Es
por el veneno de rastrevíspula, ¿no?-hago un esfuerzo por recordar
lo que pasó. Y entonces lo recuerdo.
Las
rastrevíspulas. La huida. El ataque. Alsan. Alsan muerto.
Mi cara debe de
haber delatado mis pensamientos, porque antes de que empiece a
llorar, Luna ya me está abrazando.
-Ariadna,
entiendo como te sientes, perder a tu compañero de distrito es
difícil...-comienza Sirius.
-¡Alsan no era
solo mi compañero de distrito!-lo corto a mitad de la frase- ¡Ni se
te ocurra pensar que no era para mí más importante que un simple
compañero!
-Venga, Ari, no
te pongas así.-me dice Luna a mi lado- Alsan no ha querido decir
eso. Todos sentimos la muerte de Alsan.
-Lo siento,
Ariadna. De verdad, no quería ofenderte.
-N-No importa,
siento haberme puesto así pero...-me seco las lágrimas con el dorso
de la mano.
-Has estado
durmiendo un día y medio, ya es después del mediodía-dice Luna
para desviar la atención de ese tema tan peliagudo- No ha pasado
nada interesante. Quedamos nosotros tres, los del distrito 10 (que
están cerca de la Cornucopia) y la chica del 6, que creemos que esta
en la última zona de la Arena.
-¿Tenéis
alguna pista de quién mató a Alsan?-pregunto de sopetón.
-Bueno...-dice
Alsan con una mirada un poco complice con Luna- yo vi a una chica
salir corriendo antes de que llegaras tú. Creo que era la del
distrito 6.
Luna vuelve a
su intento de cambiar de tema:
-Dudo que a los
vigilantes les guste tanta tranquilidad. Deberíamos movernos, porque
si no enviaran algo y acabaremos acorralados. ¿No creeis?
-Tienes razón
Luna, ¿adonde vamos?-le pregunto.
-Deberíamos
recolectar bayas e intentar cazar algo. Por cierto Ariadna,
encontramos el arco de Alsan en el suelo, ¿quieres llevarlo tú?-dice
mientras me acerca el arco. Asiento y lo cojo sin esperar un
instante.-Bueno, pues demos una vuelta y cacemos algo, que ya es
bastante tarde como para perder más tiempo.
Estamos en una
pequeña zona más alta que el resto, desde donde podemos ver si
alguien se acerca. Parece que no estamos muy lejos del lago, pero
cuando comenzamos el camino, veo que Sirius (que es el que dirige el
camino) evita esa zona. Me alegro de que lo haga. Aunque en verdad da
lo mismo. No voy a estar vagando de un lado a otro mucho tiempo.
Sé donde esta
escondida la asesina de Alsan, porque estoy segura que es la chica
del 6. Y no voy a esperar ni una hora más para ir a buscarla. En mi
mente solo hay un pensamiento: Venganza.
Nos esta
costando un poco cazar, pero poco a poco nos acostumbramos a estos
animales y cazamos algunos. También poco a poco me voy quedando
atrás a propósito. Y en un despiste de Luna y Sirius, me voy.
Me sabe mal
dejarlos, y no quiero romper nuestra alianza, pero tengo que vengar
la muerte de Alsan, y no puedo pedirles que se arriesguen por eso.
Además, esto es un asunto que debo zanjar yo sola.
Así que me
pongo en camino, con el arco tensado y atenta a cualquier ruido. Sé
hacia donde he de ir, hacia la última zona de la arena, la que no
tengo ni idea de qué me esperará allí.
Debíamos de
estar bastante cerca del límite entre las dos zonas, porque no tardo
mucho en llegar. Y, francamente, me asombra lo que veo. Ni rastro de
todos los árboles y plantas verdes que había, ahora todo es
amarillo: hierva muy alta y amarilla, y de vez en cuando, algún
árbol con pinta de necesitar ser regado. He leído sobre este
paisaje y una palabra me viene a la mente: sabana. Se llama sabana.
Anda mas o
menos agachada, para que no se me vea mucho, pero entre la hierva tan
alta y los tonos de mi ropa, casi no hace falta esta precaución. Me
paro a pensar: a mi me picaron las rastrevíspulas, y he estado solo
un día insconsciente gracias a los cuidados de Luna y Sirius. La
chica del 6, sin cuidados ninguno, y seguro que con algunas picaduras
también no podría llegar muy lejos, así que debería buscar algún
lugar donde ella se hubiera resguardado de la noche y de los animales
que hay por aquí.
Tras un rato
caminando, a parte de haberme encontrado con unos cuantos animales
bastante grandes, aunque con cierto parecido a los gatos, que por
suerte estaban dormidos, no he encontrado nada. Y entonces lo veo:
una formación de rocas que en su base tiene una abertura. Perfecto,
una cueva. Creo que voy a encontrar a mi amiguita del distrito 6.
Doy un rodeo
para llegar por la parte de atrás y comprobar el perímetro. En los
entrenamientos aprendí a poner trampas y ella también, seguro; y si
este es su refugio, puede que tenga alguna preparada cerca. Pero no
hay, bueno sí, pero ninguna activada, es como si hubieran caido
animales en ellas y nadie se hubiera molestado en formarlas de nuevo.
Me asomo con
cuidado a la entrada. Y la veo, esta acurrucada en un rincón, medio
dormida, supongo que por el veneno. No sería justo matarla así.
Cojo una flecha
y apunto. Disparo y la clavo en la pared justo encima de su cabeza.
Ella se despierta y me ve. Pero no le doy tiempo a levantarse y coger
el puñal que tiene cerca de ella.
-¡No te
muevas! ¿Sabes que ayer cometiste un error, no distrito 6?-le digo
apuntándole al corazón con otra flecha- Mataste a Alsan cuando no
podía defenderse, y te dejaste tu espada allí. Debería matarte a
ti igual que tú a él, ahora que no puedes defenderte. Pero soy más
noble que tú.
-Venga, mátame,
me da igual. ¿No ves que ya estoy muerta? Aquí ya no hay alimento
ni para mí, solo puedo jugarme la vida contra los leones. Y tu y tus
amigos y los del distrito 10 controláis el resto de la Arena. ¿Crees
que quería matar a tu amigo a sangre fría? Tenía que aprovechar,
me había visto y vendríais todos a por mí. No me quedo otra
opción.
-¡Eso es
mentira!-le grito mientras me controlo por no dispararle
directamente. Pero, ¿y si no es mentira?
-Sabes que no
lo es. ¿A qué has venido aquí? ¿A vengar su muerte matándome
despues de pelear un rato? Pues me temo que te vas a quedar con las
ganas. A ti te han curado bien, pero mis picaduras siguen con veneno,
y si no me matas tú, el veneno lo hará. Tu decides.
-Pero... ¡No
vas a liarme! ¡No vas a darme pena! ¡Le mataste a sangre fría! ¡Él
era mi vida entera!-Y entonces me doy cuenta de que poco a poco ha
ido acercando la mano al puñal. Y veo sus intenciones de tirármelo
justo cuando comienza a apuntarme.-¡NO! ¡A mi no me matarás
también!-grito fuera de mí mientras disparo la flecha, que se clava
en su torso y ella cae al suelo, muerta. Y suena el cañonazo.
Salgo de la
cueva y me vuelvo por el camino que vine, aunque no estoy muy segura
de que sea este.
Pero más me
vale darme prisa, porque con el cañonazo, estos animales a los que
la chica ha llamado leones, empiezan a despertarse, y me da que no
quiero verlos completamente despiertos.
Voy
prácticamente corriendo hasta unos 100 metros del corte entre zonas.
Entonces paro, porque veo que Luna y Sirius vienen hacia mí. Me doy
cuenta de que Luna no puede correr bien con su pierna mala, parece
que hace un gran esfuerzo, pero no puedo comentar nada porque cuando
me quiero dar cuenta están los dos abrazándome.
-Chicos,
chicos,-les digo soltándome un poco de ellos- que me vais a matar al
final vosotros. No ha pasado nada, estoy bien, pero vámonos de aquí,
que no me fío de estos animales.
Y por una vez
me hacen caso sin rechistar, y cuando ya estamos en la selva otra
vez, les cuento todo lo que ha pasado. Y ellos también me cuentan lo
que les ha pasado a ellos.
-Pues cuando
nos dimos cuenta de que te fuiste, esperamos un poco, quizás
necesitabas estar sola por lo de Alsan, -explica Sirius- pero cuando
vimos que no volvías nos preocupamos.
-Y pensamos que
habrías ido a por la chica del 6.-continúa Luna- Y acertamos.
Mientras íbamos hacia esa zona, escuchamos un cañonazo, y empezamos
a correr más rápido, a ver si te había pasado algo, aunque esta
claro que no.
-¿Como se te
ocurrió ir tu sola a por ella Ariadna?-me regaña Sirius- Al menos
tendríamos que haber ido contigo.
-No podía
permitir que os arriesgarais por mí, además, tenía que hacerlo
yo.
-Bueno, todo ha
acabado bien, no pasa nada.-dice Luna sonriendo.
-Creo que es
hora de descansar un poco-dice Sirius.
Así que
volvemos a buscar una zona más o menos segura y a montar un poco el
campamento.
Me ofrezco para
hacer la primera guardia, así que cenamos algo de lo que han cazado
esta tarde, y mientras ellos se duermen, me quedo pensando.
Pensando en
como todo esto de los Juegos no tiene sentido. Pensando en la chica
del 6, que intentaba darme pena para que bajara la guardia y matarme.
Pero sobre todo, pensando en Alsan. Y en como mi vida ahora está
vacía sin él.
Y miro las
estrellas y sin saber porque, estoy segura que él me esta viendo,
desde alguna parte.
Nominada, pasate :3 http://nerea-of-animals.blogspot.com.es/
ResponderEliminarP.D: me encanta el capítulo! :D