Seguidores

Buscar este blog

miércoles, 24 de julio de 2013

Capítulo 23

Aquí os dejo ¡¡POR FIIIIIN!! el capítulo 23 :) Siento haber tardado tanto, y esta vez no tengo escusa :P Espero que lo disfruteis y que os guste :3 Y como siempre, comentad :D
Que la suerte esté siempre de vuestra parte, tributos.
-¿Crees que tardará mucho en despertar?
-Tranquilízate, pequeña. Aunque le picaron muchas rastrevíspulas, seguro que está a punto de despertar.

¿Quiénes hablan?¿Sobre quién hablan? ¿Sobre mí? ¿Dónde estoy?
Las palabras llegan a mis oídos pero tardo un rato en comprenderlas. Abro poco a poco los ojos, y veo los pies de Luna y Sirius. Me incorporo un poco, y aunque me cuesta, lo consigo.

-¡Ariadna!-grita Luna corriendo hacia mi lado- Menos mal que estas bien, no sabes lo mal que lo he pasado.
-Luna, relájate, sigue un poco confusa, no la líes más aún.-dice Sirius viniendo hacia nosotras. Se sienta a mi lado y continúa- ¿Como estas, Ari?
-Pues la verdad, como si tuviera la cabeza llena de espuma.-Luna se ríe- Es por el veneno de rastrevíspula, ¿no?-hago un esfuerzo por recordar lo que pasó. Y entonces lo recuerdo.
Las rastrevíspulas. La huida. El ataque. Alsan. Alsan muerto.

Mi cara debe de haber delatado mis pensamientos, porque antes de que empiece a llorar, Luna ya me está abrazando.
-Ariadna, entiendo como te sientes, perder a tu compañero de distrito es difícil...-comienza Sirius.
-¡Alsan no era solo mi compañero de distrito!-lo corto a mitad de la frase- ¡Ni se te ocurra pensar que no era para mí más importante que un simple compañero!
-Venga, Ari, no te pongas así.-me dice Luna a mi lado- Alsan no ha querido decir eso. Todos sentimos la muerte de Alsan.
-Lo siento, Ariadna. De verdad, no quería ofenderte.
-N-No importa, siento haberme puesto así pero...-me seco las lágrimas con el dorso de la mano.
-Has estado durmiendo un día y medio, ya es después del mediodía-dice Luna para desviar la atención de ese tema tan peliagudo- No ha pasado nada interesante. Quedamos nosotros tres, los del distrito 10 (que están cerca de la Cornucopia) y la chica del 6, que creemos que esta en la última zona de la Arena.
-¿Tenéis alguna pista de quién mató a Alsan?-pregunto de sopetón.
-Bueno...-dice Alsan con una mirada un poco complice con Luna- yo vi a una chica salir corriendo antes de que llegaras tú. Creo que era la del distrito 6.

Luna vuelve a su intento de cambiar de tema:
-Dudo que a los vigilantes les guste tanta tranquilidad. Deberíamos movernos, porque si no enviaran algo y acabaremos acorralados. ¿No creeis?
-Tienes razón Luna, ¿adonde vamos?-le pregunto.
-Deberíamos recolectar bayas e intentar cazar algo. Por cierto Ariadna, encontramos el arco de Alsan en el suelo, ¿quieres llevarlo tú?-dice mientras me acerca el arco. Asiento y lo cojo sin esperar un instante.-Bueno, pues demos una vuelta y cacemos algo, que ya es bastante tarde como para perder más tiempo.

Estamos en una pequeña zona más alta que el resto, desde donde podemos ver si alguien se acerca. Parece que no estamos muy lejos del lago, pero cuando comenzamos el camino, veo que Sirius (que es el que dirige el camino) evita esa zona. Me alegro de que lo haga. Aunque en verdad da lo mismo. No voy a estar vagando de un lado a otro mucho tiempo.
Sé donde esta escondida la asesina de Alsan, porque estoy segura que es la chica del 6. Y no voy a esperar ni una hora más para ir a buscarla. En mi mente solo hay un pensamiento: Venganza.


Nos esta costando un poco cazar, pero poco a poco nos acostumbramos a estos animales y cazamos algunos. También poco a poco me voy quedando atrás a propósito. Y en un despiste de Luna y Sirius, me voy.
Me sabe mal dejarlos, y no quiero romper nuestra alianza, pero tengo que vengar la muerte de Alsan, y no puedo pedirles que se arriesguen por eso. Además, esto es un asunto que debo zanjar yo sola.

Así que me pongo en camino, con el arco tensado y atenta a cualquier ruido. Sé hacia donde he de ir, hacia la última zona de la arena, la que no tengo ni idea de qué me esperará allí.

Debíamos de estar bastante cerca del límite entre las dos zonas, porque no tardo mucho en llegar. Y, francamente, me asombra lo que veo. Ni rastro de todos los árboles y plantas verdes que había, ahora todo es amarillo: hierva muy alta y amarilla, y de vez en cuando, algún árbol con pinta de necesitar ser regado. He leído sobre este paisaje y una palabra me viene a la mente: sabana. Se llama sabana.
Anda mas o menos agachada, para que no se me vea mucho, pero entre la hierva tan alta y los tonos de mi ropa, casi no hace falta esta precaución. Me paro a pensar: a mi me picaron las rastrevíspulas, y he estado solo un día insconsciente gracias a los cuidados de Luna y Sirius. La chica del 6, sin cuidados ninguno, y seguro que con algunas picaduras también no podría llegar muy lejos, así que debería buscar algún lugar donde ella se hubiera resguardado de la noche y de los animales que hay por aquí.

Tras un rato caminando, a parte de haberme encontrado con unos cuantos animales bastante grandes, aunque con cierto parecido a los gatos, que por suerte estaban dormidos, no he encontrado nada. Y entonces lo veo: una formación de rocas que en su base tiene una abertura. Perfecto, una cueva. Creo que voy a encontrar a mi amiguita del distrito 6.
Doy un rodeo para llegar por la parte de atrás y comprobar el perímetro. En los entrenamientos aprendí a poner trampas y ella también, seguro; y si este es su refugio, puede que tenga alguna preparada cerca. Pero no hay, bueno sí, pero ninguna activada, es como si hubieran caido animales en ellas y nadie se hubiera molestado en formarlas de nuevo.

Me asomo con cuidado a la entrada. Y la veo, esta acurrucada en un rincón, medio dormida, supongo que por el veneno. No sería justo matarla así.
Cojo una flecha y apunto. Disparo y la clavo en la pared justo encima de su cabeza. Ella se despierta y me ve. Pero no le doy tiempo a levantarse y coger el puñal que tiene cerca de ella.

-¡No te muevas! ¿Sabes que ayer cometiste un error, no distrito 6?-le digo apuntándole al corazón con otra flecha- Mataste a Alsan cuando no podía defenderse, y te dejaste tu espada allí. Debería matarte a ti igual que tú a él, ahora que no puedes defenderte. Pero soy más noble que tú.
-Venga, mátame, me da igual. ¿No ves que ya estoy muerta? Aquí ya no hay alimento ni para mí, solo puedo jugarme la vida contra los leones. Y tu y tus amigos y los del distrito 10 controláis el resto de la Arena. ¿Crees que quería matar a tu amigo a sangre fría? Tenía que aprovechar, me había visto y vendríais todos a por mí. No me quedo otra opción.
-¡Eso es mentira!-le grito mientras me controlo por no dispararle directamente. Pero, ¿y si no es mentira?
-Sabes que no lo es. ¿A qué has venido aquí? ¿A vengar su muerte matándome despues de pelear un rato? Pues me temo que te vas a quedar con las ganas. A ti te han curado bien, pero mis picaduras siguen con veneno, y si no me matas tú, el veneno lo hará. Tu decides.
-Pero... ¡No vas a liarme! ¡No vas a darme pena! ¡Le mataste a sangre fría! ¡Él era mi vida entera!-Y entonces me doy cuenta de que poco a poco ha ido acercando la mano al puñal. Y veo sus intenciones de tirármelo justo cuando comienza a apuntarme.-¡NO! ¡A mi no me matarás también!-grito fuera de mí mientras disparo la flecha, que se clava en su torso y ella cae al suelo, muerta. Y suena el cañonazo.

Salgo de la cueva y me vuelvo por el camino que vine, aunque no estoy muy segura de que sea este.
Pero más me vale darme prisa, porque con el cañonazo, estos animales a los que la chica ha llamado leones, empiezan a despertarse, y me da que no quiero verlos completamente despiertos.
Voy prácticamente corriendo hasta unos 100 metros del corte entre zonas. Entonces paro, porque veo que Luna y Sirius vienen hacia mí. Me doy cuenta de que Luna no puede correr bien con su pierna mala, parece que hace un gran esfuerzo, pero no puedo comentar nada porque cuando me quiero dar cuenta están los dos abrazándome.

-Chicos, chicos,-les digo soltándome un poco de ellos- que me vais a matar al final vosotros. No ha pasado nada, estoy bien, pero vámonos de aquí, que no me fío de estos animales.
Y por una vez me hacen caso sin rechistar, y cuando ya estamos en la selva otra vez, les cuento todo lo que ha pasado. Y ellos también me cuentan lo que les ha pasado a ellos.
-Pues cuando nos dimos cuenta de que te fuiste, esperamos un poco, quizás necesitabas estar sola por lo de Alsan, -explica Sirius- pero cuando vimos que no volvías nos preocupamos.
-Y pensamos que habrías ido a por la chica del 6.-continúa Luna- Y acertamos. Mientras íbamos hacia esa zona, escuchamos un cañonazo, y empezamos a correr más rápido, a ver si te había pasado algo, aunque esta claro que no.
-¿Como se te ocurrió ir tu sola a por ella Ariadna?-me regaña Sirius- Al menos tendríamos que haber ido contigo.
-No podía permitir que os arriesgarais por mí, además, tenía que hacerlo yo.
-Bueno, todo ha acabado bien, no pasa nada.-dice Luna sonriendo.
-Creo que es hora de descansar un poco-dice Sirius.

Así que volvemos a buscar una zona más o menos segura y a montar un poco el campamento.
Me ofrezco para hacer la primera guardia, así que cenamos algo de lo que han cazado esta tarde, y mientras ellos se duermen, me quedo pensando.
Pensando en como todo esto de los Juegos no tiene sentido. Pensando en la chica del 6, que intentaba darme pena para que bajara la guardia y matarme. Pero sobre todo, pensando en Alsan. Y en como mi vida ahora está vacía sin él.

Y miro las estrellas y sin saber porque, estoy segura que él me esta viendo, desde alguna parte.

1 comentario:

  1. Nominada, pasate :3 http://nerea-of-animals.blogspot.com.es/
    P.D: me encanta el capítulo! :D

    ResponderEliminar