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miércoles, 23 de abril de 2014


La luna iluminaba el día, como si del fuego helado se tratara.
Las lágrimas iluminaban su cara, como si de ríos de magma se trataran.
Sus sonrisas, fingidas, mostraban verdadera alegría.
Sus canciones, tristes, alegraban sus veladas.
Sus versos, oscuros, aclaraban sus pensamientos.
Y entonces descubrió algo.
Y la luna se volvió sol; las lágrimas, sonrisas; la falsa alegría en verdadera, las canciones tristes en alegres, los versos oscuros en promesas escritas y quemadas a la luz de las estrellas
Y entonces, llegó el amor.
Y aprendió que un silencio no tiene por qué ser incómodo, que en una gota existe la inmensidad, que en un suspiro y una sonrisa se dice más que en mil palabras.
Que en un día puede cambiar todo.
Y aprendió a quererse, y aprendió a querer.
Y aprendió a ser feliz. Y aprendió a vivir.

lunes, 21 de abril de 2014

Hogwarts: año 2021


Miré por la ventana y vi el sol brillando en las hojas de los árboles, de las que colgaban gotas como lágrimas de unos rasgados ojos verdes, Había dejado de llover. Por fin.
Recogí mis cosas y me levanté. Me gustaba ir a la biblioteca, pero para leer, no para hacer deberes. Y como por fin había terminado, me acerqué a la estantería y cogí un libro.
A la bibliotecaria no le gustaba que sacáramos sus libros fuera, pero hacía un día demasiado bueno como para quedarse entre estos sombríos y fríos muros.
“Accio escoba.”-murmuré mientras andaba hacia los jardines, y al poco mi Saeta de Fuego, ya más una reliquia que una escoba de carreras, vino a mí. Fui andando hasta quedar cerca del sauce boxeador, pero no demasiado, y me apoyé en el tronco de otro árbol.
Me subí a la escoba y remonté un par de metros. Y allí sentada, apoyada en el tronco, viendo el Bosque Prohibido, el lago y con el castillo a mi espalda comencé a leer.
El unicornio en el mundo muggle. de Luna Lovegood y Hermione Granger.

domingo, 20 de abril de 2014

Hola chicos :)
Últimamente estoy escribiendo bastante poco y cuando escribo lo suelo hacer en papel. Pero nada más que puedo paso dos o tres relatos al ordenador para subirlos y no dejar esto abandonado.
Respecto a la historia de "La esencia perdida", esa sí la tengo un poco abandona y es que estoy un poco atascada y colapsada. Intentaré seguirla lo más pronto posible, de momento tendréis que conformaros con los relatos, que espero que os gusten.
Con cariño, Cheli-chan:3

¿La sangre es la esencia de la vida?


“La sangre es la esencia de la vida”.
Que equivocado estaba él que dijo esto. Podría saber de biología, de física, de química, de razón... Pero no entendía de sentimientos, ni del corazón. Si nuestra vida viniera de la sangre seríamos todos iguales, pero no lo somos. No, la sangre no nos hace como somos y por eso no es nuestro núcleo.
Nuestros sentimientos sí. ¿Qué seríamos sin sentimientos? Seríamos libros en blanco, cajas vacías, canciones calladas, libertad encerrada... No seríamos nada.
Somos diferentes porque sentimos diferentes, porque vivimos vidas diferentes, porque en el fondo, nuestra esencia cambia. Y la sangre es igual.
La sangre condiciona el cuerpo. Pero, ¿y la mente?, ¿y el alma? Piénsalo un segundo y dime: ¿cuál es tu verdadera esencia?

martes, 1 de abril de 2014

Alicia un día dejó de soñar con el País de las Maravillas.
Peter un día se alejó de Nunca Jamás y creció.
Y Garfio y el Sombrerero se quedaron solos. ¿Qué hacer ahora?¿Si tu vida ha perdido todo el sentido? ¿Si todo lo que hacías ya no hay manera de hacerlo? ¿Si todos cambian... pero tú sigues igual?

Garfio intentó mantener su vida: luchar, saquear, luchar, robar, fastidiar... Pero sin nadie que lo evite, ¿qué gracia tiene? ¿?Dónde está el sentido de ser malo sin un bueno?
Acabó adoptando a los niños perdidos. Garfio cambió un poco y, ¿sabes?, fue feliz. Más o menos.

El Sombrerero esperó a Alicia, siguió haciendo sombreros, siguió tomando té, siguió conociendo gente, siguió viendo el tiempo pasar y vivió su vida. Pero su mirada, perdida en el horizonte esperaba a la niña a la que tanto cariño tenía. Él no cambió; más bien enloqueció, esperando verla venir por el camino con su vestido azul. Pero nunca perdió la esperanza. Y vivió feliz. Completamente feliz.

Y un día Peter volvió, y vio que ya no era necesario.
Y un día Alicia volvió, y vio que la esperanza se contagia y que todo el País de las Maravillas la necesitaba. Y se quedó allí. Y fue feliz. loca, pero feliz.