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domingo, 6 de octubre de 2013

Capítulo 2

Hey, lectores, aquí os dejo el capítulo 2 :)
Siento la tardanza, pero siempre dejo el escribir para el día siguiente y al final se me va el tiempo, espero que para este capítulo que viene no me pase así.
Bueno, ojalá os guste mucho y como siempre digo, comentad o dad ideas en los comentarios si queréis.
Gracias por leer chicos :3




-El Amuleto lleva guiándonos desde hace siglos, enseñándonos el camino a seguir, iluminando nuestras mentes, y recordándonos porque los Cuatro Clanes son necesarios. Pero el Amuleto no tiene fuerzas infinitas, y cada 12 años hay que llevarlo a recargar sus fuerzas. Y para que sea como la primera vez, hay que llevarlo al Valle de los Cuatro Ríos, un lugar sagrado al que nadie que no sea el encargado de recargar el Amuleto puede llegar. Cada vez que hay que llevarlo, se encarga un Clan diferente. La última vez, nos tocaba a los Zaisere y en representación del Clan enviamos a un hombre. Un viajero experto. Pensé que no encontraría dificultades, pero al parecer no fue así. Porque hace 4 años que lo envié, y nunca volvió. No sabemos si algo o alguien lo atacó, si se perdió, o si nos traicionó, pero no se ha vuelto ha saber de él desde entonces.-terminó de explicar la Sabia Zaisere.
-Y eso nos presenta un problema.-continuó el Sabio del Clan Muluk- El Amuleto nos recuerda el por qué de toda esta sociedad, y ahora sin él, las cosas comienzan a cambiar. Se está perdiendo el espíritu de los Clanes, y eso es muy peligroso.
-Si no recuperamos nuestra esencia-comentó la Sabia de los Dinkitu muy afectada- lo más probable es que desaparezcamos como sociedad. Y hemos llegado a un punto en que ningún Clan podrá sobrevivir sin el resto.
-Lo que debemos encargaros, es una misión de vida, o muerte.-finalizó con una voz profunda el Sabio Arobrea

En la sala de reuniones de los Cuatro Sabios se hizo el silencio. Los Sabios ya habían hablado sobre este tema, pero los cuatro muchachos a los que habían elegido, no tenían ni idea.

-Pe-pero... eso significa que... Que si no se encuentra el Amuleto, moriremos todos, ¿no?-dijo la chica de los Arobrea. Era una chica de ojos azules y luminosos, con el pelo blanco, aunque entre tantos mechones de colores, casi no llamaba la atención su color natural.
-Eso es exactamente lo que pasará, Escorpio.-dijo el Sabio de su Clan.
-Yo no me trago eso de que no podamos sobrevivir sin los demás-dijo el chico Muluk con un aire de chulería. Llevaba el pelo rubio muy corto y una gorra que se había quitado como gesto de respeto a los Sabios. Se había pasado todo el rato repatingado en la silla y jugueteando con un piersing que llevaba en la lengua.
-¿Ah, no?-dijo la Sabia Zaisere entrecerrando los ojos- Y dime, sin los Zaisere que cuidaran plantas y animales, sin los Arobrea que predijeran el tiempo por las estrellas, sin los Dinkitu que hicieran los trabajos más pesados, ¿como sobrevivirías?-el chico no supo que contestar.- Eso pensaba yo.
-Calatea, no seas tan dura con el zagal, Hassio no es de tu Clan.-dijo la Sabía Muluk hacia la mujer Zaisere.
-Disculpame, Níquel.-acepto Calatea la reprimenda.

-¿Y por qué nos habéis elegido a nosotros?-dijo el joven Dinkitu. Era un chico de pelo largo y negro, con dos rayas rapadas en las cejas, y un piersing en el labio.
-He ahí la pregunta correcta, Nantan.-dijo la Sabia Dinkitu al instante.- ¿Se lo cuento yo, compañeros?-les preguntó a los demás Sabios, que asintieron con la cabeza.- Muy bien. Cada uno de los Clanes tiene rasgos físicos específicos, rasgos de sangre, podríamos decir. Muchos, muchísmos rasgos, pero hay dos, que si se dan en la misma persona, la hacen especial, importante para sus Clanes y para toda la Ciudad.
-Eso es solo una leyenda, el segundo pergamino dónde se explicaba eso se perdió, ¿no es cierto?-preguntó Elanor, siempre había estado muy interesada en historia.
-No exactamente, pequeña Elanor.-dijo la Sabia Zaisere con una extraña sonrisa.- Continúa, por favor, Allende.

-Es cierto que el pergamino se perdió, pero los Sabios siempre han sabido lo que llevaba escrito.-continuó la Sabia- Y por eso estáis aquí hoy. Todos vosotros, tenéis esos rasgos de los que habla el pergamino, esos que os reconocen como personas excepcionales:
>El pergamino señalaba al elegido Arobrea con el pelo tan blanco y reluciente como la nieve recién caída y marcas en la piel, tan oscuras como el carbón. Marcas, como las que tu tienes en las muñecas, Escorpio.-la chica aludida se miró las muñecas. Siempre había tenido aquellos puntos oscuros en las muñecas, pero nunca los creyó nada especial.
>Respecto a los Muluk, el pergamino señalaba al elegido con marcas con forma de estrellas, y pequeñas rayas, como cicatrices, en los hombros. No negaras, que ambas parcas se dan en tí, ¿cierto, Hassio?-el chico asintió con la cabeza, mirándose los hombros y los brazos, donde las marcas eran claramente visibles.
>Sobre los Dinkitu, el pergamino hablaba de marcas claras en la piel, y ojos con el iris moteado. Sobre eso, viendo tus ojos, no hay nada que rebatir, Nantan.-era verdad, los ojos del joven Dinkitu eran plateados, pero con miles de puntos de otro colores.
>Y respecto a los Zaisere, el pergamino señalaba marcas simétricas en las manos, y ojos de diferente color. Ambas marcas se dan en tí, Elanor.-la chica se miró las manos, aunque sabía bien que tenía dos marcas que coincidían completamente.

Los cuatro chicos tenían cara de asombro, pero empezaban a encajar las piezas.
-No os vamos a pedir que decidáis si aceptareis la misión ya, tenéis dos días para debatirlo.-habló Corvus, el Sabio Arobrea.- Esperamos que no digáis nada de esto a nadie, salvo a vuestros padres; y también esperamos de todo corazón que aceptéis la misión y nos salvéis.
-Una duda.-dijo Elanor con voz firme- ¿Por qué esperasteis tanto en mandar a alguien a buscar el Amuleto?¿Quién fue el viajero que desapareció?
-Verás, pequeña,-dijo la Sabia Zaisere- quise esperar todo lo posible para ver si regresaba, pero fue un error, y no podemos esperar más, en cierto modo, esta situación es culpa mía.-dijo la anciana apenada- Y respecto a su nombre...-la mujer vaciló, cogió aire y lo pronunció de golpe- Era Olmo Lórien, tu padre.

Lo último que se escuchó en aquella habitación, fue un portazo y los pasos apresurados de Elanor Lórien al salir corriendo.

No, no puede ser. Mi padre nos abandonó, si fuera el encargado del Amuleto, mamá lo hubiera sabido.”-pensaba Elanor mientras corría hacia su refugio.
Pero papá nos quería a ambas, era un buen hombre, no puedo abandonarnos. Era el encargado del Amuleto y se perdió, por eso no regresó. Y lo sabes”-dijo una vocecilla en su cabeza.- “Tienes la verdadera razón por la que no regresó delante tuya, ¿no la aprovecharás?¿No investigarás?¿Te quedarás toda tu vida sin saber, que le pasó de verdad a tu padre?”
Llegó corriendo al filo del arroyo, se quitó los zapatos y metió los pies en el agua, si tumbó en el suelo, y vació la mente, un segundo antes de comenzar a llorar, y un segundo antes de que Cornamenta aparecía y la consolara, como solo él podía hacer.


Elanor no sabía cuanto tiempo llevaba allí, acurrucada entre aquellas raíces, con los pies descalzos en las aguas del río, y el pequeño Cornamenta a su lado, cuando escucho la voz.
-Estábamos todos buscándote. Los Sabios están preocupados. ¿Puedo sentarme?
Elanor desenterró su cabeza de las rodillas y miró al chico que le había hablado. Era el joven Dinkitu que había estado en la reunión. Se fijó mejor en él y vio aquellos ojos moteados de los que los Sabios hablaban, enterrados bajo un flequillo de pelo negro.
-¿Cómo me has encontrado?-preguntó la chica con verdadera curiosidad.
-No eres la única que viene a refugiarse al bosque.-contestó el con misterio sentándose a su lado.
-No tienes pinta de venir a esconderte aquí.-dijo Elanor mirándolo a los ojos. El chico la miró frunciendo las cejas.-¿Demasiado directa?
-Un poco, pero no pasa nada.-dijo él.- Digamos que soy una caja de sorpresas.-concluyó con ironía.
-Creo que no nos han presentado, soy Elanor. Y este de aquí es Cornamenta.-el cervatillo no sabía si huir o no, y de momento estaba escondido tras la chica mirando con curiosidad al extraño.
-Nantan.-dijo el chico extendiendo su mano para estrechar la de ella.-Bonito tatuaje.-dijo sonriendo cuando vio las alas que Elanor tenía pintadas en la muñeca.
-Es un recuerdo constante de que podemos ser libres y volar como los pájaros.-comentó la chica sonriendo. Ese era el primer tatuaje que se había hecho, a la edad de 10 años, y el motivo por el que su madre la llamaba 'pajarillo'.
-¿Y el otro?¿Qué simboliza?-preguntó el señalándole el brazo.
Elanor tenía todo el brazo con un camino de huellas de gato, desde el hombro hasta la muñeca.
-Que nosotros mismos marcamos nuestro camino, con huellas de gato. ¿Esto es un interrogatorio?dijo Elanor riendo.
-No, es solo curiosidad.-dijo Nantan sonriendo por primera vez en toda la conversación.- Anda, ven conmigo, les dijimos a los Sabios que te buscaríamos y en una hora estaríamos de vuelta, y es de mala educación hacer esperar a los Sabios, ¿no crees?
El chico le tendió la mano para levantarla, y ella la aceptó su mano y se levantó
Se despidió del pequeño Cornamenta, que seguía sin querer acercarse al joven Dinkitu, recogió los zapatos, y aún descalza comenzó a andar hacia la Ciudad.
-¿A dónde vas descalza?-le preguntó Nantan cuando la alcanzó unos instantes después.
-No me hacen falta zapatos para caminar por el bosque.
-¿Eres rara, eh?-dijo el joven, pero sin malicia, sonriendo.-No te lo tomes a mal, diferente, si lo prefieres.-comentó a modo de disculpa.
-No, me gusta el término rara.-dijo Elanor con una sonrisa en la que su moreno rostro pareció aún más moreno comparado con sus dientes.-¿No eras tú el que decía que no había que hacer esperar a los Sabios? ¡Anda vamos, te echo una carrera!-dijo ella para picarle y reírse un rato. Y comenzó a correr.
-¡Eh, Elanor, espérame!-le grito Nantan mientras corría detrás de la chica, que, ya estaba bastante lejos de él, aunque iba corriendo descalza.

3 comentarios:

  1. Hola ,encontré tu blog y me gusta ..es muy bonito :D

    te invito a mi iniciativa:http://entreletraspaginas.blogspot.mx/2013/09/iniciativa-el-blog-turista.html

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Gracias :) Me gusta mucho la idea, pero la verdad es que cojo poco el ordenador como para mirar blogs, así que no sé si podré hacer de 'turista' en todos

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