Espero que os guste, y comentad, por favor :3
PD: me ha quedado un poquito largo, porque son 3 folios enteros y unas cuantas líneas del 4, pero no podía cortar antes :/
No llevo ni una
hora de guardia cuando suena el himno. Lo estaba esperando. En el
cielo aparece la cara de la chica del Distrito 6. Es la única muerta
hoy. Y por lo que han dicho Luna y Sirius, desde el día de las
rastrevíspulas no había muerto nadie. Tengo la sensación de que
esta noche querrán juego. No puedo permitirme dormirme. Si quieren
juego, juego tendrán.
Hará unas tres
horas desde que sonó el himno, cuando veo que Luna se mueve en el
saco, tiene una pesadilla. Me acerco y la veo moverse y jadear, y
antes de que se despierte gritando, la despierto yo.
-Luna,
tranquila, todo está bien, solo era una pesadilla, no es real.-le
digo cuando se incorpora de golpe y la abrazo.
-Era... era tan
real-dice la pequeña al borde de las lágrimas.
-No lo es,
venga, duérmete otra vez, todo esta bien-Luna asiente con la cabeza
y vuelve a tumbarse, cuando se queda dormida de nuevo vuelvo a mi
puesto.
No es la
primera pesadilla que tiene Luna, a juzgar por la velocidad a la que
ha conseguido dormirse de nuevo. Estoy pensando en lo que los Juegos
le están haciendo a la pequeña cuando un ruido me sobresalta.
-Tranquila, soy
yo-dice Sirius levantándose de su saco- Baja ese arco. Yo no soy el
enemigo.
-Me habías
asustado-le digo escusándome.
-He oído la
pesadilla de Luna, no es la primera que tiene-dice él mientras se
sienta a mi lado- Todas las noches, sobre la misma hora, como un
reloj. Por lo que parece es la misma pesadilla, pero no me quiere
contar que es.
-Esto es
demasiado para ella.-digo, pensando en lo horrible que tiene que ser
eso. Sirius asiente.
-Anda, vete tú
a dormir, necesitas descansar.
-No... No creo
que pueda dormir-le digo con la voz rota- No después de... de la
m-muerte de...-las lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas.
-Shh, venga no
pasa nada Ari,-dice Sirius mientras me abraza- Alsan está bien,
donde quiera que esté.
Maldición he
vuelto a llorar. No puedo permitírmelo, no puedo permitirme ser
débil, no otra vez.
-In-intentaré
dormir-digo mientras me seco las lágrimas con el dorso de la mano-
Gracias Sirius, por todo.- Sirius me sonríe y me ayuda a levantarme.
Me acuesto en el saco y cierro los ojos.
Y finjo dormir,
porque hasta mucho, mucho tiempo después, no lo consigo de verdad.
Me despierto de golpe. Otra pesadilla,
otra vez lo volvía a perder... pero despertarse es peor, en la
realidad lo he perdido ya.
Miro a mi alrededor, y veo que esta
amaneciendo. Me levanto y veo a Sirius despertando a Luna.
-Ahora iba a ir a despertarte, es hora
de irse.-dice girándose hacia mí.
Cuando Luna se despierta continúa
diciendo:
-Desde hace unas horas suena un ruido
de fondo, pero muy lejano, no parece peligroso y no consigo ver lo
que es, Luna tu herida ya esta curada ¿no?
-Casi por completo, puedo trepar si es
lo que insinúas, déjame ver.
Así que Luna empieza a trepar por los
árboles como puede, y aunque dice que tiene la herida curada, esta
claro que no del todo. Cuando baja un rato después, trae noticias.
-Hay bastante humo en la zona de la
Cornucopia, parece que se ha quemado.
-Será para obligar a los otros a venir
aquí-digo yo- Quieren terminar esto pronto. Más no vale estar
preparados. Deberíamos estar en un lugar que controlemos cuando
vengan a atacarnos, deberíamos ir al lago.
-¿Estás segura, Ari?-pregunta Luna-
Podemos ir a otro sitio...
-No, vayamos al lago.
Así que comemos todo lo que nos queda,
para estar bien preparados, y vamos al lago.
Alsan entrena un poco a Luna con la
espada, y mientras yo disparo flechas a uno de los árboles.
-¡Mirad chicos!-dice Luna señalando
un camino de humo que se ve por encima de los árboles, como si lo
produjera una hoguera.
-Quieren que vayamos a por ellos para
tener la situación controlada.-dice Sirius.
-No caeremos en la trampa, vamos a
quedarnos aquí y esperar.
Ya es casi medio día, y a excepción
de algún que otro pájaro que nos asustó al pasar, no ha sucedido
nada raro.
-¿Qué hacemos?¿Les esperamos o vamos
a buscarles?-pregunta Luna
La mando a callar con un dedo. He
escuchado algo. Un risa.
Les indico con un gesto que se
preparen, que están aquí. Trepo lo más rápido que puedo a un
árbol y me escondo en su copa, comienza el plan.
Y entonces aparecen ellos, no se
esconden, les gusta el espectáculo.
-Pero bueno, si por fin hemos
encontrado a los que quedaban-dice Tom apuntándoles con su espada.
-¿Dónde está la otra? ¡¿Dónde
está la pelirroja?!-gritá Maia nerviosa, está claro que ella no
está tan segura de esto como Tom- Esto es una trampa Tom, seguro.-El
chico le echa una mirada y Maia se calla.
-Decidme, ¿dónde está la princesita
pelirroja?-pregunta acercándose más a Sirius y Luna.
Eso, acercaos más, así os tendré a
tiro.
-Se fue.-dice Sirius cortante.-Ayer se
fue a matar a la chica del D.6 y no ha vuelto.
-Ooooh que penitaaa, ¿os abandonó? Os
abandonó para vengar la muerte de sus novio, pobrecitos.-dice Maia
burlándose de ellos.
Tranquila, Ariadna, tranquila, luego te
encargarás de ellos, no puedes disparar todavía.
-Así que ahora solo sois dos...-dice
Tom, mientras sigue abanzando hacia ellos, parece un gato que tiene
acorralado a un ratón. Luna y Sirius tienen las armas preparadas,
pero eso no lo intimida- Una chica de 12 añitos, y tú, que no eres
un guerrero, sino más bien su niñera.
Ahora. Disparo una flecha que se clava
en el hombro derecho de Tom, eso tiene que impedir que use bien la
espada. Pero he descubierto mi posición, así que mientras Sirius
comienza una lucha espada contra espada con Tom, disparo a Maia, y a
ella le doy en la pierna.
Vuelvo a disparar hacia Tom, pero se
mueve y está vez no acierto. Una risa me hace volver la cabeza.
Maia ha acorralado a Luna contra un
árbol, aunque Luna consigue escaparse y empieza a correr, pero su
pierna no aguanta y cae.
-¡Nooo!¡Lunaa!-grito mientras coloco
otra flecha y apunto a Maia.
Pero no me da tiempo. Maia ha cogido el
puñal que llevaba y se lo clava entre los hombros a Luna. Suena un
acñonazo. La ha matado. Ha sangre fría. Y disparo apenas sin
apuntar, y la flecha se clava entre las costillas de Maia, que sale
corriendo huyendo del lugar, y Sirius detrás de ella.
Y ahora sí, Tom se gira hacia mí,
todavía no sabe en que árbol estoy exactamente.
-Bien bien, la pelirrojilla sigue viva.
Me llevé una decepción al enterarme que habías abandonado a tus
amigos. Aunque me decepcioné aún más al no haber sido yo quién
mató a tu novio... ¿Assan se llamaba?¿O Aslan? Ahh no, Alsan,
Alsan era.-intenta provocarme para que hable y saber donde estoy, no
lo conseguirá, tengo que tranquilizarme, apuntar, disparar y
matarle.
Sigue hablando pero no le escucho, me
tranquilizo, apunto, y... no puedo, no puedo matarle a sangre fría.
Necesito ganar un poco de tiempo, así que parto una rama con cuidado
y la tiro lejos, creando un ruido y Tom va corriendo, creyendo que
soy yo que he saltado.
Avanzo dos o tres árboles hacia donde
se fueron Sirius y Maia.
La chica vuelve corriendo hacia el
lago, supongo que buscando a Tom. Y entonces aparece Sirius y la
empuja por la espalda haciendo que caiga al suelo.
-La mataste a sangre fría...-dice
Sirius lleno de rabia- Ahora te toca a tí morir de la misma manera.-
Coge la ballesta y le dispara una flecha, justo al corazón, pero se
desvía un poco. El cuerpo de Maia, aún así, se queda inerte.
Sirius se girá, pero antes de que pueda avisarle, Maia le agarra de
un pie, y con su puñal, repite lo mismo que le hizo a Luna, lo mata
clavándoselo entre los hombros.
Disparo una flecha sin pensar, y
acierto justo en el corazón de Maia, pero es demasiado tarde, ya ha
matado a Sirius, y suenan los dos cañonazos.
Bajo al suelo, porque como siga aquí,
voy a caerme del árbol. Pero ha sido una mala idea bajar. El ruido
de los cañones ha alertado a Tom, y escucho como vuelve corriendo
llamando a Maia.
Preparo una flecha, pero, maldición,
no me quedan, y el tiempo que me agacho a recoger la que hay en el
suelo de antes, Tom ya ha llegado y me apunta con la espada cuando me
levanto.
-Por fin te dignas a aparecer,
pelirrojilla-dice Tom, parece ser el más feliz del mundo.- Ahora
solo quedamos tú y yo.
Claro, ahora somos los dos últimos...
Todo Panem estará pendiente de ver quién muere y quién es el
vencedor...
-¿Creias que no aparecía porque te
tengo miedo?-le pregunto intentando ganar tiempo, tengo que hacer que
se despiste y disparar. Solo tengo una flecha.
-Si te soy sincero, sí.-dice
sonriendo, una sonrisa en la que enseña todos los dientes, como un
depredador.
-Ni en tus mejores sueños.
-¿Hacemos un trato?-pregunta con cara
de inocente, aunque de eso tiene bien poco- Si te arrodillas y te
rindes, te mataré rápido y no sufrirás.
-¿Estás de broma? ¿Y dejar que un
estúpido como tú gane?¿Y dejar el sacrificio de todos mis
compañeros en nada? Ni lo sueñes.
-Bueno, entonces, tendremos que
lugar.-da un paso adelante para atacarme, pero interpongo el arco
entre ambos, y de milagro no lo corta. Le doy una patada en la
entrepierna y eso lo deja en el suelo. Aprovecho mi ligera ventaja y
trepo a uno de los árboles, ahora no sabe donde estoy.
-Venga, pelirrojilla,-vuelvo a escuchar
su voz- deja de hacerte la salvaje y ríndete, voy a ganar de todas
maneras.
-No estés tan seguro.-digo mientras
cambio de árbol para tener una mejor visión de él.
-Mi padre era general en la guerra, me
enseñó a oler el miedo de las víctimas-ahí, lo encontré, ya es
mío. Está quieto buscándome de espaldas a mí. Me siento en la
rama, estoy lista- y tú, hueles mucho a miedo.
-Error: el miedo que hueles, es tuyo.-
me descuelgo y quedo colgada por las piernas, apuntando justo hacia
su cuello-¡Bu!- se gira para mirarme, y es lo último que hace,
porque mi flecha se clava en su cuello, y cae al suelo, y al poco,
suena el cañonazo.
Bajo hasta el suelo, pero las piernas
no me sostienen, demasiadas muertes en un día.
Lo he matado a sangre fría, antes
había matado cuando me amenazaban, pero ahora... estaba totalmente
desprevenido... y lo he matado. Intento convencerme de que si no me
hubiera matado él a mí, lo cual es verdad pero... nunca olvidaré
su cara cuando disparé la flecha, nunca olvidaré como está ahí
tirado su cuerpo, pero no puedo pensar más.
-¡SEÑORAS Y SEÑORES, LA GANADORA DE
LOS PRIMEROS JUEGOS DEL HAMBRE: ARIADNA SILVER!-grita una voz desde
no sé donde, y un aerodeslizador aparece y suelta una escalera, me
agarro y una corriente me paraliza, menos mal, porque si no estoy
segura de que me caería, porque estoy empezando a desmayarme.
Nominada! pasate http://nerea-of-animals.blogspot.com.es/
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