Abro los ojos y
solo veo blanco. ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? ¿He muerto? Poco a
poco me doy cuenta de que estoy en lo que parece una habitación de
hospital. Y también de que a parte de la sabana que me cubre no
llevo nada. Veo un camisón colocado en una silla, me dirijo hacía
allí y me lo pongo. Y justo entonces se abre la puerta.
-...como te
decía Nooria, todo está listo...-dice Samantha a Nooria mientras
entran por la puerta, pero se interrumpe al verme levantada.
-¡Ariadna!
¡Estás despierta!-dice Nooria corriendo hacía mí para abrazarme.
-Ya era hora de
que te despertaras, niña, me iba a empezar a preocupar.-dice
Samantha sonriendo mientras me abraza también.
-Lo tenemos
todo preparado para tu entrevista, aunque parecía que la única que
no estaba lista eras tú.-comenta Nooria.
-Yo también me
alegro de veros, pero ¿dónde estamos?¿Esto es un
hospital?-pregunto intentando ordenar mis ideas.
-Verás, cuando
saliste de la Arena-empieza Nooria- te trajeron aquí, es el hospital
del edificio de entrenamiento. No hizo falta operarte porque no
tenías muchas heridas, pero si curarte el cansancio y ponerte un
suero con nutrientes.
-¿Cuánto
tiempo llevo aquí?-pregunto con curiosidad.
-Hoy hace dos
días,-contesta esta vez Samantha- los médicos decían que
despertarías hoy, por eso estamos aquí.
-Bueno,
Samantha, deberíais ir ya a prepararos, iré a hablar con Tiberius
para que lo prepare todo.-dice Nooria mientras sonríe y se va.
Samantha y yo
nos vamos al momento para el ascensor, y nos dirigimos a la sala de
preparación.
-Me alegro de
que hayas ganado, Ari.-dice Samantha- Pero debo prevenirte, en la
entrevista pondrán imágenes y te preguntarán los juegos, quizás
no estés preparada del todo.
-Intentaré ser
fuerte.-digo armándome de valor.
-Eres
fuerte-dice Samantha.
Entonces
llegamos a la sala de preparación y vuelvo a encontrarme con Rose,
Darius y Abraham, que me envuelven en un abrazo de grupo.
-Os dije que
tenía la corazonada de que volvería, ¿no?-dice Abraham
Y todos nos
reímos un poco.
Mientras me
vuelven a untar mejunjes y prepararme, van contando como vivieron
ellos los juegos, aunque suele ser más bien del estilo: 'pues cuando
pasó esto yo estaba en aquella fiesta', 'vi aquella pelea en la casa
de nosequién...' y cosas por el estilo.
Cuando
terminan, después una ronda de abrazos y de 'nos alegramos de
verte', se van y llega otra vez Samantha.
-Esta vez hemos
apostado por la chica dulce, pero no la misma que antes, ésta chica
ha ganado los juegos y es más fuerte, ¿la conoces?-dice Samantha
guiñando un ojo.
-Creo que sí-le
contesto con una sonrisa.
-Hasta que no
termine contigo, no la conocerás.-y antes de que conteste, ya ha
sacado sus pinturas y comenzado su trabajo.
Esta vez cambia
los tonos azul cielo por tonos que semejan un azul de nubes de
tormenta. Me deja el pelo en una coleta alta, y vuelve a hacer eso
que no sé como, me deja tantos tirabuzones. Y me coloca un vestido
que no tiene nada que ver con el de antes.
Tiene cierto
parecido, también es ajustado hasta la cintura, pero mucho más que
el otro. Todo el vuelo que llevaba el otro y le daba ese aspecto de
princesa, ha desaparecido; ahora aunque sigue suelto debajo de la
cintura, cae más lacio y los bordes están rotos, como si se
hubieran enganchado en algunas plantas. Y el tono celeste ha cambiado
por el azul marino.
Los zapatos son
de un azul casi negro, pero siguen siendo planos.
-Ahora conoces
a la nueva Ariadna Silver.-dice Samantha cuando me pone frente al
espejo.
Es verdad que
sigo siendo yo, pero no del todo, parezco más madura, como si por
romper un poco un vestido hubiera dejado atrás esa niñez y esa
inocencia. Y en el fondo, es lo que me han hecho los juegos.
Me giro y
abrazo a mi estilista.
-Gracias-le
digo- el equipo de preparación tenía razón, eres la mejor en esto.
Cuando la
suelto veo como sonríe, y, aunque disimuladamente, se seca una
lágrima.
-Anda vamos, el
Capitolio te espera.
-¡Señoras y
señores, con todos ustedes, la ganadora de los primeros Juegos del
Hambre: Ariadna Silver!-grita Connor Flickerman dándome la entrada,
mientras toda la sala aplaude. Estamos en la misma sala de las otras
entrevistas, aunque esta vez solo hay dos asientos en el centro, una
silla como la de la última vez para Connor, y un pequeño sillón
muy recargado para mí.
Me siento en en
sillón que es bastante cómodo, aunque la que no deja de estar
incómoda soy yo.
-Bueno Ariadna,
me alegro de volver a verte-empieza Connor con una gran sonrisa- Y
creo que hablo en nombre de todo el Capitolio al decirte que me
encantó tu actuación en los Juegos.
-Gracias,
Connor, yo también me alegro de volver a estar aquí y de volver a
verte.-digo fingiendo una sonrisa.
“Recuerda lo
que dijo Nooria: tienes que aparentar alegrarte de haber ganado,
aparentar estar feliz con la muerte de los demás”-pienso e intento
actuar así.
-Hemos
preparado una pequeña película con lo que nos han parecido los
mejores momentos de estos primeros Juegos-dice, y continúa
dirigiéndose al público esta vez- ¿Queréis verla?
-¡¡Sííí!!-contestan
todas las gradas a la vez, y la sala parece retumbar.
-Aviso de que
quizás “pequeña” no sea el mejor adjetivo para calificarla, ya
que dura casi tres horas-dice Connor entre risas- ¿Te importaría
hacer los honores, Ariadna?-dice tendiéndome un mando con un solo
botón.
Sonrío
mientras le doy. Aunque no estoy preparada para lo que pasa a
continuación.
Se apagan las
luces y aparece una pantalla, solo suena el himno del Capitolio y
entonces empieza la película.
Empiezan con
todas las cosechas y el desfile, los entrenamientos y las
puntuaciones, fijándose más en mí que en los demás, porque claro,
soy la ganadora.
Después
pasamos a la Arena: veo la Cornucopia y el baño de sangre que hay en
ella y a mis aliados y yo corriendo; veo cada una de las muertes,
mientras más impactantes o sangrientas son las muertes, más tiempo
les dedican. Estoy haciendo un gran esfuerzo por no cerrar los ojos
ni rendirme a las lágrimas. Que espantoso es todo esto. Intento
distraerme con el anillo de Shail. Shail, cuanto hace que no pensaba
en él, menos mal que sigo teniendo su anillos.
Veo también
muchísimos momentos míos: tanto con la alianza como cuando fui a
buscar a la chica del 6. Cuando llega la muerte de Alsan, no puedo
aguantarlo y unas cuantas lágrimas ruedan por mis mejillas.
Para cuando
termina toda la película, solo tengo ganas de marcharme, vomitar, y
tumbarme a la cama a llorar.
Vuelve a sonar
el himno y aparece el Presidente Snow, seguido de un niño pequeño
que lleva una corona en un cojín. El publico aplaude de una manera
increíble. Snow se acerca a mí y me coloca la corona en la cabeza,
sonriendo. Le sonrío también y el público rompe otra vez en
aplausos y vítores. Parecen encantados.
El Presidente
se retira a un palco privado en uno de los lados de la sala, y Connor
empieza con su entrevista de verdad:
-Cuéntanos,
¿como viviste la Alianza?-pregunta con una sonrisa.
Comienzo a
hablar de como si nos juntábamos era más fácil sobrevivir porque
unos nos ayudábamos a los otros. Connor sigue preguntando temas
fáciles de contar.
-Aunque ha
habido muchos momentos emotivos en estos Juegos, creo que el que
tiene el primer premio fue la muerte de Alsan, ¿podrías contarnos
como viviste eso?-dice, y a juzgar por su mirada, lleva rato deseando
hacer esa pregunta.
-Bueno...-me
aclaro la garganta y me armo de valor- Yo estaba confusa por las
rastrevíspulas, ¿te han picado alguna vez?
-¡Santo Cielo,
no!
-Bueno, pues no
te recomiendo que pruebes la experiencia-el público se ríe y yo he
conseguido el tiempo que necesitaba- Como decía, estaba bastante
confusa, los dos lo estábamos supongo y no vimos a nadie ni ningún
arma hasta que era demasiado tarde.
-Pero aún así
huiste, ¿no?-pregunta con interés. Sé lo que quiere insinuar.
Quiere insinuar que si lo quisiera de verdad no hubiera huido.
-Connor, no se
le puede negar nada a alguien que te mira con una espada clavada y
lágrimas en los ojos. Era su... su último deseo, y pensé que...
que debía hacerlo, aunque me doliera. Porque él no quería que lo
viera morir. Y aunque me hubiera gustado estar a su lado yo...-paro
un momento para evitar llorar- Yo quise darle ese deseo, quise que
fuera feliz porque yo me hubiera salvado a pesar de todo.-me cae una
lágrima que me limpio disimuladamente.
-Gracias por
todo, Ariadna.-dice Connor sonriendo y levantándose.- ¡Damas y
caballeros, la ganadora de los Primero Juegos del Hambre: Ariadna
Silver, la chica del Distrito 5!-grita a todo el público mientras me
coge de la mano y la alza encima de mi cabeza.
Cuando las
cámaras dejan de grabar, me devuelven a la planta 5, donde están
Tiberius, Nooria, Samantha y Orión sentados a la mesa, esperándome.
Me invitan a cenar con ellos, pero solo puedo decirles que no y salir
corriendo hacia mi habitación. Justo cuando cierro la puerta
comienzo a llorar. Me quito el vestido y los zapatos, y me pongo el
mismo pijama que antes de los juegos, me tumbo en la cama y lloro
hasta quedarme dormida.
Cuando las
pesadillas me despiertan, veo que hay algo de mi comida en la
habitación, pero no tengo hambre. No puedo volver a dormirme, así
que una vez más voy al único sitio en el que me siento segura.
Arrastro el puf
hasta su sitio delante de la gran cristalera, me tumbo como solía
hacer antes. Y pienso en Shail, porque como empiece a pensar en los
Juegos no dejaré de llorar.
Y antes de
dormirme, tengo la sensación, de que Alsan me mira desde algún
lugar, y de que Shail cuida de mí, donde quiera que esté.
Me encanta *-* -Lotti ewe
ResponderEliminarGracias Lotti :3
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