Seguidores

Buscar este blog

lunes, 5 de noviembre de 2012

Capítulo 2

Bueno, aquí el segundo capítulo. Es bastante un poco más largo que el anterior. Pero es que si cortaba antes, quedaba como incompleto. Bueno espero que os guste.







Creo que el Capitolio puede manejar el tiempo a su antojo. Estos tres meses que faltaban para la Cosecha, han sido los tres meses más rápidos de mi vida. Cuando me quise dar cuenta, quedaba un mes. Una semana. Dos días. Un día. Hoy es la Cosecha.

No he podido dormir nada en toda la noche. ¿Y si salgo yo?¿Y si sale algún amigo mio? ¿Qué les harán a los que salgan? Eso de luchar a muerte, vale, pero, ¿cómo?, ¿dónde?
No puedo, demasiadas dudas en mi cabeza, demasiado miedo a salir, demasiado temor a dejar a mi familia sola. Éramos tres hermanos. Si yo salgo elegida, solo quedará vivo uno de los tres a final de año.

Mi madre se levantó temprano. Supongo que nadie podía dormir. No podía estar mas rato quieta en mi cama. Necesitaba hacer algo para despejarme un rato. Me levanté y fui a la cocina todavía en pijama, no tenía ganas de arreglarme demasiado, ya lo tendría que hacer luego, para la Cosecha.
Mi madre me deseó buenos días, sin mucha convicción y me sirvió mi desayuno. Cuando levanté la vista, mi hermano  mi padre también habían llegado a la cocina. Hacía mucho que no desayunábamos los cuatro juntos. Normalmente, mi padre y mi hermano se iban pronto a trabajar, pero hoy el Capitolio había declarado un día de fiesta en todo el país. Supongo que no quieren que nadie se pierda la elección de los tributos para los primeros Juegos del Hambre.

Me pasé toda la mañana leyendo, eludiendo mis problemas, el miedo a salir elegida desapareció; hasta que Henry llamó a la puerta.

-¿Puedo pasar?-preguntó.
-¿Desde cuándo te hace falta preguntar?-le respondí.
 Fingió no haberme oído y siguió hablando:
-Ya es hora de que te pongas guapa, -me dijo con un guiño- no queremos que la gente del Capitolio se asuste al ver tu cara.
-¿Te ha dicho alguien qué eres muy simpático?-le respondí de mala gana- Anda, vete que me vista.

Cuando Henry se fue entró mi madre y me ayudó a prepararme. Un bonito vestido lila, con unas botas negras y mis pulseras de cuero. No iría a ningún lado sin mis pulseras. Me dan suerte.
Después, mi madre me peinó, aunque mejor digamos que hizo lo que pudo para que mi pelo pelirrojo no pareciera una nube flotando alrededor de mi cabeza. Intento fallido. Aunque el peinado o convenció a mi madre, o es que se dio por vencida.

-Estás guapísima-me dijo.

Solo supe sonreír y abrazarla.
En el salón, mi padre y Henry nos esperaban, les di una mano a cada uno (quizás era la última vez que lo hacía) y nos fuimos juntos a la plaza.

No me había dado cuenta antes de cuánta gente somos en nuestro distrito. Aunque bien pensado, tenemos centrales hidráulicas, solares, alguna que otra nuclear... tendrá que hacer trabajadores en todas.
Me coloqué en la zona delimitada de la plaza que ponía mi edad. La de gente que conocía. ¿Qué haría si alguno de mis amigos saliera? Nada sería lo mismo sin ninguno. Todo sería demasiado triste.

No me dio tiempo a pensar en más cosas. Apareció un hombre del Capitolio. Reconocería la ropa excéntrica en cualquier parte: traje de chaqueta color naranja brillante, del mismo tono que mi pelo; pelo de puta con las puntas azules y muchos más detalles que lo delataban como un habitante de la única ciudad del país donde de verdad la gente vivía bien.

-¡Buenos días Distrito 5!- dijo aquel hombre con su acento del Capitolio- Me llamo Tiberius Clark a partir de ahora seré el acompañante de los tributos de vuestro distrito. ¿No es emocionante? Bueno, pues empezamos ya, pero antes que nada deciros: ¡Qué la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!- que frase más ridícula, si la suerte estuviera de nuestra parte, hubiéramos ganado la guerra- Allá vamos empecemos con los caballeros.

Metió la mano en una urna con montones de papeles que, supongo, tendrán el nombre del los chicos de mi distrito. Cogió uno al azar y exclamó:

-¡Alsan Bootes!

¿Tenía qué ser él? ¿Por qué Alsan?
Alsan tiene 18 años, era el mejor amigo de mi hermano Shail y... bueno, supongo que es peor cuando conoces tan bien al que sale como elegido.

-Ven aquí Alsan, sube, no te preocupes.- dijo Tiberius Clarck.

Alsan subió, blanco de miedo, pero digno, sin perder la confianza.

-Muy bien,- siguió Tiberius- y nuestra tributo femenina será...-eligió un papel de la urna de las chicas- ¡Ariadna Silver!

Escucho ese nombre, mi nombre, millones de veces en mi cabeza antes de poder responder.

Soy yo, he salido como tributo. Está claro, mis pulseras hoy no me han dado suerte. La suerte no está de mi parte. Y nunca más lo va a estar.

2 comentarios:

  1. O.O Que CHULOOOO!!! Te ha quedado telaa de biiien!!!! :DD Lo pillo todo e.e Distrito 5... Pelirrojilla... e.e Por cierto, el mural esta mu chulo ^^ Beshines y sube ya el 3!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Awww gracias Nere :) Por supuesto que lo pillas ;)
      Dadme tiempo, que se tarda un poqito en escribir :3

      Eliminar