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domingo, 25 de noviembre de 2012

Capítulo 6

Bueno, como os dije, aquí está el siguiente capítulo. Os recuerdo que hasta el martes no podré subir nada más. Comentad sobre que os parece, que me hace mucha ilusión :) Que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte.
Era tan asombroso, tan increíble, pensar que todas aquellas personas se estaban fijando en ti. Que eres el centro de la multitud. Es simplemente como... volar. Aunque creo que mi ropa también hacía más visible la sensación. Miro hacia abajo, a mi alrededor, mi traje parece tener vida propia y ser viento, totalmente.
Separo mi mano de la de Alsan, él me mira, con una expresión rara, ¿angustia, tal vez? Da igual, levanto los brazos, como si fueran alas, y me dejo embriagar del aire, del viento, de mi traje, del público, de todo.
Miro a Alsan, 'inténtalo' le digo moviendo los labios. El carro coge una curva, estoy a punto de caerme, pero Alsan me sujeta, menos mal. Parece que la curva es por que hemos llegado a la plaza mayor, por llamarla de alguna manera. Los carros van parando alrededor de la plaza. El presidente nos espera en un balcón. Se levanta y comienza hablar:
-Magnífico. Muchas gracias a todos por estar aquí hoy. Espero que les haya gustado. ¡Démosles la bienvenida a los tributos de este año!-todo el mundo grita y aplaude.- Bueno,-continúua cuando la gente se calma un poco.- es hora de que los tributos vuelvan al Centro de Entrenamiento. Muchas gracias de nuevo.

Los caballos vuelven a andar y de se dirigen otra vez al Centro de Entrenamiento.
Cuando llegamos, bajamos y vemos que nos esperan allí nuestros estilistas, Nooria y Tiberius.

-¡Muy bien, chicos!-dice Tiberius- ¡Habéis causado sensación! Todo el mundo me daba la enhorabuena, aunque deberían dársela a Samantha y Orión.
-No es nada, ellos han colaborado, dejándose llevar.-dijo Orión.
-Entendí a lo que os referíais cuando empezamos a movernos.-les dije. Samantha sonrió.
-Chicos, es hora de que vayamos a las habitaciones, Distrito 5, planta 5. ¿No es difícil, no?-nos dijo Nooria- Esta noche cenaremos todos juntos. Id yendo a los ascensores vosotros, Tiberius y yo queremos hablar con algunos patrocinadores, ahora vamos.

Así que Alsan y yo nos dirigimos a los ascensores.
-¿Te pasa algo conmigo, Alsan?-le pregunté- Estás muy serio y apenas hablas...
-No es nada, es que no me gusta esto.-me respondió, pero sonrió.

Entramos en un ascensor, y justo cuando se va a cerrar, entran dos tributos más. Creo que son del Distrito 2.

-¡Hola! Soy Prudence, Distrito 2- saluda la chica, tenía yo razón, del 2.- Este es Josh.-dice señalando al su compañero.
-Déjalo Prue, son inferiores, no merece la pena.- dice Josh.
Se abre la puerta, parece que llegamos a su planta. Josh coge de la mano a Prudence y se van. Antes de salir, Prudence me mira y me sonríe. No creo que esté de acuerdo con lo que ha dicho su compañero.

Menos mal que se han ido, ya iba a contestarles, y no quiero hacer enemigos el primer día, algo que parece que a Josh no le importa.
-Tranquila Ariadna, no te lo tomes en serio, los del 2 siempre han sido muy creídos.-dice Alsan, poniendo su mano en mi hombro, parece que ha notado lo enfadada que estoy.

Llegamos a nuestra planta. Quedo asombrada, es enorme, desde aquí se ve un enorme comedor y un salón con televisión. Una cristalera enorme cubre toda una pared, dejando delante un espacio vacío para admirar la ciudad. Un avox aparece y nos guía hasta las habitaciones, entro en la que me dice y me tumbo en la cama, con la cabeza encima de las manos, noto algo frío. Me incorporo un poco y veo que es. El anillo de Shail. No sé por qué, pero se me saltan las lágrimas, supongo que es todo demasiado raro, demasiado rápido. Hace apenas unos meses, Shail estaba vivo, con este anillo en su mano, sin dejar que nadie lo tocara, y yo tenía una vida normal con mi familia. Ahora, en cambio, Shail... no está y yo tengo su anillo, y estoy en el Capitolio.

¿No me prometí a mi misma que no lloraría? ¿Qué hago llorando otra vez? Me levanto y me seco las lágrimas, me quito el traje con mucho cuidado y me pongo unos pantalones y una camiseta. Salgo del cuarto, dándole vueltas al anillo en mi dedo, aunque apenas soy consciente de ello.
Me dirijo al salón y me encuentro a Nooria y Tiberius, que están saliendo del ascensor.

-Samantha y Orión ya vienen para acá.-dice Nooria- ¿Tienes hambre? Eso espero porque vamos a cenar ya y luego veremos el desfile en la tele. ¿Te parece?
-Sí, ¿por qué no?-de digo.
-¿Puedes ir a avisar a Alsan o mando a un avox?-me pregunta Tiberius
-No te preocupes, voy yo.-le contesto y me dirijo a su habitación.

Llamo antes de entrar, si algo he aprendido teniendo dos hermanos mayores, es que hay que llamar antes de entrar a una habitación. La gente suele enfadarse si entras sin permiso.
Nadie me contesta, así que vuelvo a llamar.
-¿Alsan? Soy yo, ¿puedo pasar?-oigo un leve 'sí' al otro lado de la puerta y entro.

Alsan está sentado en la cama, con la cabeza gacha, se ha puesto una ropa más corriente. No me mira al entrar me extraña, ni siquiera me pregunta que qué quiero ni nada parecido. Cuando levanta la cabeza, veo que tiene los ojos cuajados de lágrimas, aun así me sonríe.
-¿A qué has venido?- me pregunta, intentando parecer contento, aunque sin conseguirlo.
-¿Por qué lloras?-le digo preocupada sin echar cuenta de su pregunta. Alsan no suele llorar, lo conozco demasiado bien para no saber eso.
Me siento a su lado en la cama y le abrazo.
-Tranquilo, Alsan- le digo- Todo saldrá bien.
-No me repitas, no tiene gracia.-dice, pero aún así se ríe un poco.
-En serio, todo está bien, al menos de momento. No puedes derrumbarte. No después de no haber dejado que yo lo hiciera. ¿De acuerdo?- me levanto de su lado y le tiendo la mano para que se levantara conmigo, como hizo él aquella primera noche en el tren. ¿Cuánto hace que la situación era al revés? ¿Dos días? ¿Tal vez tres?- Tenemos que ir a cenar. Y si yo estoy dispuesta a ir, tu también.
Me sonríe y se deja levantar. Le seco las lágrimas, como hacían Shail y Henry conmigo.
-No quería que nadie me viera llorar, ¿sabes?-me dice Alsan
-Siento haberte estropeado el plan.-le digo con una sonrisa burlona-Pero no puedo dejar que mi compañero se pase llorando los ratos que está solo. ¿Lo entiendes no? Tú harías lo mismo por mí.

Abro la puerta y le hago una seña para que salga. Los dos nos dirigimos al comedor. Todos están allí sentados. Me siento al lado de Samantha y intento decidir qué comer. Al final, me decido por un pollo con mucha salsa, que resulta estar delicioso. En casa no podríamos comer esto, y menos después de la guerra.

Al terminar la cena, Nooria enciende la televisión. Está empezando una repetición del desfile. Todos los tributos están impresionantes, pero nosotros destacamos. Los comentaristas opinan los mismo y parece que todos los de la sala también. Me veo levantar los brazos como alas, por suerte, no sale cuando estoy a punto de caerme, aunque si se ve a Alsan agarrándome al entrar en la plaza.


Cuando todo termina, me voy a dormir, estoy muy cansada. Lo último que pienso, es en como vería todo esto, desde casa, con mi familia, acurrucada en el sofá con una manta, y no aquí siendo yo la protagonista de todo.

2 comentarios:

  1. *-*

    Esta muuy biien ^^ Te desvelo una cosa e.e ¡Josh es uno de los personajes de mi cuarto libroo! *0* Hahahaha, por lo demás muy biien ^^

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  2. Oooh!! No me digas?? Pos que sepas que yo lo publiqué antes... jajajaja Muchas gracias :)

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