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domingo, 16 de diciembre de 2012

Capítulo 9

Aqui, después de tanto intentos y fallos, está el capítulo 9. Fijáos que yo creía que me iba a salir cortito, ya que tenía que enlazar dos capítulos que ya estaban hechos, pero me ha salido más largo de lo normal. Espero que no os aburra mucho leer tanto :S Bueno, no me enrollo más. Aquí os dejo el capítulo. Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte, tributos.


Despierto tumbada en el suelo, con la cabeza en el puf, y una manta por encima.
Bonito lugar para dormir, Ariadna.-dice Alsan, que acaba de llegar. Desde esta perspectiva, está muy guapo con el mono de entrenamiento.
Mmm jasfhkerj- es la única respuesta que consigue. Me levanto y voy a mi cuarto a vestirme. Otro día más que me pongo el mono de entrenamiento. Voy a desayunar y me encuentro con que Nooria y Tiberius ya están allí.

Bueno, hoy sesión privada, ¿no?-comenta Tiberius.
Tenéis toda la mañana para entrenar.-dice Nooria.- Será vuestro último entrenamiento, así qué os aconsejo que estéis en el puesto que peor se os dé, será vuestra última oportunidad de aprender.
Entendido.-digo yo.- ¿Algún consejo para las puntuaciones?
Os puntuarán del 1 al 12, según lo peligrosos que podáis ser para los demás.- explica Nooria.
Así que supongo, tenemos que impresionarles a ellos.-dice Alsan.
Exactamente.-le contesta Tiberius.- Podéis utilizar cualquier cosa que esté en la sala.
Vale, creo que he captado la idea.-digo mientras me levanto.-¿Nos vamos ya, Alsan?

Alsan se levanta y nos vamos al ascensor, Esta vez estamos solos.
¿Qué crees que les enseñarás ?-le pregunto a Alsan.
Supongo que dispararé con el arco, aunque no sé cómo los voy a asombrar...-dice mientras las puertas se abren.

Salimos y pasamos por varios puestos, me entretengo especialmente en el de pesca y el de hacer fuego. Después vamos un rato dónde las plantas, para practicar un poquito más. El hombre del puesto, que parece que me tiene cariño, me enseña a hacer un veneno con algunas plantas, aunque, según él, no debería enseñarlo, porque es un secreto, así que le prometo que no le enseñaré ese veneno a los vigilantes por la tarde. Tengo que ayudar un poco a Alsan y le rozo la mano una vez. Inconscientemente, retiro la mano, aunque creo que se ha dado cuenta, porque me mira de reojo.

Después de eso, propongo ir al puesto de arco, si eso es lo que les va a enseñar a los vigilantes, que lo haga perfecto. Como siempre, no falla ni una. Yo no puedo quejarme, pero nunca llegaré a su nivel. En un tiro bastante difícil, Alsan se acerca a mí, me pone la mano en el hombro y me susurra al oído: Tranquilízate, piensa que es un juego, solo eso, apunta y dispara.
Hago lo que me dice, y asombrosamente, acierto. Me giro feliz y le doy un abrazo, aunque me separo ligera; no debería haber echo eso.

Entonces vamos a comer. Nos sentamos, otro día más, con nuestros futuros aliados. Tenemos una comida un poco más tensa, hoy es el último día antes de todo. Pero aún así, bromeamos sobre las puntuaciones y esas cosas.
Oye, si alguno de nosotros saca menos de un 5... ¿Vale excluirlo del grupo?-bromea Daren.
¿Y por qué no te excluimos ya a tí?-le contesta Sirius en el mismo tono.
Todos nos reímos.
Ale, vale, no he dicho nada.-dice Daren con una sonrisa.

Cuando terminamos de comer, dicen por unos altavoces:
Quedaos sentados, cuando os nombremos, entrad, por favor.

Nos quedamos sentados, cada vez menos tributos, y hablamos menos. Chico del distrito 1, chica del distrito 1, Josh Link, Prudence Fossëway... Uno a uno, todos van entrando. Entonces le toca a Alsan.
Alsan Bootes. Él se levanta, antes de que de un paso, lo retengo de la mano, y le digo:
Recuerda lo que dijeron Nooria y Tiberius -termino casi susurrando- impresionales.
Aunque sea tocándoles las narices.-dice Alsan sonriendo.
Entonces se va. No se cuanto han tardado los demás, pero me parece que Alsan tarda más que la mayoría. Entonces me llaman a mí.

Ariadna Silver.-dicen los altavoces.- Distrito 5.
Me levanto y entro. Y por una vez, tengo muy claro que voy a hacer.
Me pongo enfrente a los vigilantes y digo mi nombre y mi distrito. El vigilante jefe, asiente y me dice 'adelante', el resto están comiendo, pero más o menos me echan cuenta.

Me dirijo al puesto de los animales, ese puesto lo visité poco, pero ahora me va a servir mucho. Cojo un pequeño pavo que está por allí (supongo que para enseñar que ese animal es comestible) y me lo dejo suelto por la estancia. Voy al puesto de plantas y preparo un veneno parecido al que me enseñaron, solo que le hecho una baya diferente, que me parece a mí que funciona mejor. El veneno que me enseñaron, mata al ratito, este debería ser instantáneo. El vigilante jefe no me quita el ojo de encima.
Introduzco mi mezcla en una fruta inofensiva, del tamaño justo para que el pavo se la coma entera de un bocado. Esperemos que tenga hambre. Me arrodillo y le tiro la fruta al pavo, que me observa. Se acerca a la fruta y la mira y olisquea un rato. Como no huele a nada peligroso, me he encargado de ello, se la come, y al instante, está tirado en el suelo. Lo cojo por las patas y se lo enseño a los vigilantes.
Creo que con esto terminarán la comida de una forma deliciosa.-les digo, ahora que todos me echan cuenta, al ver lo pronto que el animal ha caído.- Aunque deberán asegurarse de quitar la fruta de su estómago, no vayan a comérsela.-termino con una sonrisa.
La mayoría de ellos se ríen. El vigilante jefe anota algo en una libreta, me parece que sonríe un poco, pero está mirando hacia abajo.
Ya puede irse a sus aposentos, señorita Silver.-me dice el vigilante jefe.
Me dirijo a la puerta, mientras oigo como los vigilantes hablan entre sí.

Cuando llego a mi planta, veo que todos están allí, sentados en los sofás, tomando té y pastas.
Voy hacia ellos y me siento en el mismo puf que anoche.
Bueno, ahora que ya estáis aquí los dos, contadnos, ¿cómo os ha ido?-dice Tiberius, impaciente.
Pues cuando me llamaron entré y me presenté a ellos,-dice Alsan- cogí un arco y me puse en el extremo más alejado de la sala a los muñecos de práctica y disparé a un par de ellos unas cuantas flechas. Todas en puntos vitales.
¿Cómo reaccionaron?-pregunta Nooria.
Pues quedaron bastante impresionados, aunque tampoco nada del otro mundo.-contesta Alsan.- Al menos hasta que tiré una que pasó por encima de ellos, de la lámpara y cayó en otro muñeco,-sigue diciendo con una sonrisa.- Entonces quedaron un poco desorientados.- se veía que estaba contento de sí mismo.
Supongo que eso sí que es impresionarlos.-dice Tiberius bastante pálido.- ¿Y tú que hiciste Ariadna?

Les cuento todo lo que yo hice. Tiberius ha pasado al tono más blanco que he visto en una persona, aunque no lo veo tan grabe. Pero Nooria empieza a reírse tanto que no puede respirar.

Entonces llegá un avox, y mediante gestos, nos dice que la cena está lista. Me acuerdo de la pregunta que me hice anoche, así qué, mientras nos sentamos y empezamos a comer, pregunto:
Oye, Tiberius, ¿qué han hecho los avox para ser sirvientes?¿Y por qué no les dejan hablar con nosotros?
Son traidores al Capitolio-explica Tiberius de los más normal.- Y no es que no les dejen hablar, es que no pueden. Les cortaron las lenguas.-se hizo el silencio. Alsan y yo dejamos de comer.

¿Qué les cortaron las lenguas?¿El Capitolio los mutiló? ¿Y Tiberius lo dice como lo más normal del mundo? No me lo puedo creer. Sabía que el Capitolio era cruel, pero esto...
Nooria cambia de tema, supongo que mi cara de horror ha sido bastante.

Al terminar la cena, volvemos a los sofás y ponemos la tele. En esto que llegen Orión y Samantha y se sientan con nosotros.
Al poco empiezan las puntuaciones.

Del 1 al 5 son puntuaciones bastante malas-empieza Nooria- significa que no sois peligrosos. Del 5 al 8, están bien, no sois muy peligrosos, pero sabéis defenderos. Del 8 al 10, es que sois bastante peligrosos. Y del 10 al 12, mejor que no se crucen por vuestro camino.

Allí empiezan. Se ve la cara del tributo, y luego su puntuación debajo de la foto.
Casi todos tienen notas entorno al cinco. Josh y Prue consiguen un 7. Cuando nos toca a nuestro distrito, estoy muy nerviosa. Alsan tiene un 10.
Bien hecho, chico-dice Orión, muy ilusionado.
Todos lo felicitamos, después, sale mi foto.
Un 10.
¡Henorabuena, Ariadna!- exclama Samantha.
¿Lo he visto bien?¿Enserio?-pregunto, no me lo creo.- ¿Un 10? ¡Pero si apenas he hecho nada! Solo maté un pavo con un poco de veneno.
No solo eso, -dice Alsan- escondiste el veneno en otra fruta, y se lo enseñaste y bromeaste con los vigilantes sin que te dieran miedo. Eso es tener coraje.
Le sonrío y seguimos viendo puntuaciones.
Daren saca un 8. Me sorprende mucho que el chico del 10, Toma Riddle, saque un 10 también. Es un chico flacucho y no muy alto, con apenas 14 años. ¿Qué les habrá enseñado a los vigilantes?
Luna saca un 7, Kendra, un 8 y Sirius un 10.
Parece que tenemos buenos aliados, aunque en otros distritos también se han llegado a notas como el 8 o el 9.

Bueno, me alegro mucho de vuestras notas, chicos.-dice Nooria sonriendo.
¿Qué vamos a hacer mañana?-pregunto.
No tenéis entrenamiento,-dice Tiberius- pero Nooria y yo os ayudaremos a preparar la entrevista de mañana por la noche.
Y por la tarde,-dice Samantha con una sonrisa.- nos toca poneros guapos.

Alsan y yo nos vamos a dormir.
Me voy a mi cuarto y me lavo el pelo, de la tensión, lo tengo hecho un estropajo. No me lo seco, ¿para qué si mañana harán lo que quieran con él para la entrevista? Además, me gusta sentir el pelo mojado. Es como cuando llovía en casa, y yo salía a la calle solo para mojarme, y me sentía completamente libre. Y tenían que venir Henry o Shail a buscarme para que volviera a entrar.

Me duermo un rato, pero no duermo bien. Sueño con esclavos, con lenguas cortadas, con avoxs intentado decirme algo importante, y yo sin saber adivinarlo y con montones de situaciones angustiantes.

Me levanto y voy, una noche más, a la cristalera, aquella que me tranquiliza, dónde veo toda la ciudad. Y allí poco a poco, me quedo dormida, y no tengo más pesadillas.
Pero de fondo, en mis sueños, escucho los pasos de alguien, que vienen y van, y noto como me tapan con una manta.

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