Despierto
tumbada en el suelo, con la cabeza en el puf, y una manta por encima.
Bonito lugar
para dormir, Ariadna.-dice Alsan, que acaba de llegar. Desde esta
perspectiva, está muy guapo con el mono de entrenamiento.
Mmm jasfhkerj-
es la única respuesta que consigue. Me levanto y voy a mi cuarto a
vestirme. Otro día más que me pongo el mono de entrenamiento. Voy a
desayunar y me encuentro con que Nooria y Tiberius ya están allí.
Bueno, hoy
sesión privada, ¿no?-comenta Tiberius.
Tenéis toda la
mañana para entrenar.-dice Nooria.- Será vuestro último
entrenamiento, así qué os aconsejo que estéis en el puesto que
peor se os dé, será vuestra última oportunidad de aprender.
Entendido.-digo
yo.- ¿Algún consejo para las puntuaciones?
Os puntuarán
del 1 al 12, según lo peligrosos que podáis ser para los demás.-
explica Nooria.
Así que
supongo, tenemos que impresionarles a ellos.-dice Alsan.
Exactamente.-le
contesta Tiberius.- Podéis utilizar cualquier cosa que esté en la
sala.
Vale, creo que
he captado la idea.-digo mientras me levanto.-¿Nos vamos ya, Alsan?
Alsan se
levanta y nos vamos al ascensor, Esta vez estamos solos.
¿Qué crees
que les enseñarás ?-le pregunto a Alsan.
Supongo que
dispararé con el arco, aunque no sé cómo los voy a
asombrar...-dice mientras las puertas se abren.
Salimos y
pasamos por varios puestos, me entretengo especialmente en el de
pesca y el de hacer fuego. Después vamos un rato dónde las plantas,
para practicar un poquito más. El hombre del puesto, que parece que
me tiene cariño, me enseña a hacer un veneno con algunas plantas,
aunque, según él, no debería enseñarlo, porque es un secreto, así
que le prometo que no le enseñaré ese veneno a los vigilantes por
la tarde. Tengo que ayudar un poco a Alsan y le rozo la mano una vez.
Inconscientemente, retiro la mano, aunque creo que se ha dado cuenta,
porque me mira de reojo.
Después de
eso, propongo ir al puesto de arco, si eso es lo que les va a enseñar
a los vigilantes, que lo haga perfecto. Como siempre, no falla ni
una. Yo no puedo quejarme, pero nunca llegaré a su nivel. En un tiro
bastante difícil, Alsan se acerca a mí, me pone la mano en el
hombro y me susurra al oído: Tranquilízate, piensa que es un juego,
solo eso, apunta y dispara.
Hago lo que me
dice, y asombrosamente, acierto. Me giro feliz y le doy un abrazo,
aunque me separo ligera; no debería haber echo eso.
Entonces vamos
a comer. Nos sentamos, otro día más, con nuestros futuros aliados.
Tenemos una comida un poco más tensa, hoy es el último día antes
de todo. Pero aún así, bromeamos sobre las puntuaciones y esas
cosas.
Oye, si alguno
de nosotros saca menos de un 5... ¿Vale excluirlo del grupo?-bromea
Daren.
¿Y por qué no
te excluimos ya a tí?-le contesta Sirius en el mismo tono.
Todos nos
reímos.
Ale, vale, no
he dicho nada.-dice Daren con una sonrisa.
Cuando
terminamos de comer, dicen por unos altavoces:
Quedaos
sentados, cuando os nombremos, entrad, por favor.
Nos quedamos
sentados, cada vez menos tributos, y hablamos menos. Chico del
distrito 1, chica del distrito 1, Josh Link, Prudence Fossëway...
Uno a uno, todos van entrando. Entonces le toca a Alsan.
Alsan Bootes.
Él se levanta, antes de que de un paso, lo retengo de la mano, y le
digo:
Recuerda lo que
dijeron Nooria y Tiberius -termino casi susurrando- impresionales.
Aunque sea
tocándoles las narices.-dice Alsan sonriendo.
Entonces se va.
No se cuanto han tardado los demás, pero me parece que Alsan tarda
más que la mayoría. Entonces me llaman a mí.
Ariadna
Silver.-dicen los altavoces.- Distrito 5.
Me levanto y
entro. Y por una vez, tengo muy claro que voy a hacer.
Me pongo
enfrente a los vigilantes y digo mi nombre y mi distrito. El
vigilante jefe, asiente y me dice 'adelante', el resto están
comiendo, pero más o menos me echan cuenta.
Me dirijo al
puesto de los animales, ese puesto lo visité poco, pero ahora me va
a servir mucho. Cojo un pequeño pavo que está por allí (supongo
que para enseñar que ese animal es comestible) y me lo dejo suelto
por la estancia. Voy al puesto de plantas y preparo un veneno
parecido al que me enseñaron, solo que le hecho una baya diferente,
que me parece a mí que funciona mejor. El veneno que me enseñaron,
mata al ratito, este debería ser instantáneo. El vigilante jefe no
me quita el ojo de encima.
Introduzco mi
mezcla en una fruta inofensiva, del tamaño justo para que el pavo se
la coma entera de un bocado. Esperemos que tenga hambre. Me arrodillo
y le tiro la fruta al pavo, que me observa. Se acerca a la fruta y la
mira y olisquea un rato. Como no huele a nada peligroso, me he
encargado de ello, se la come, y al instante, está tirado en el
suelo. Lo cojo por las patas y se lo enseño a los vigilantes.
Creo que con
esto terminarán la comida de una forma deliciosa.-les digo, ahora
que todos me echan cuenta, al ver lo pronto que el animal ha caído.-
Aunque deberán asegurarse de quitar la fruta de su estómago, no
vayan a comérsela.-termino con una sonrisa.
La mayoría de
ellos se ríen. El vigilante jefe anota algo en una libreta, me
parece que sonríe un poco, pero está mirando hacia abajo.
Ya puede irse a
sus aposentos, señorita Silver.-me dice el vigilante jefe.
Me dirijo a la
puerta, mientras oigo como los vigilantes hablan entre sí.
Cuando llego a
mi planta, veo que todos están allí, sentados en los sofás,
tomando té y pastas.
Voy hacia ellos
y me siento en el mismo puf que anoche.
Bueno, ahora
que ya estáis aquí los dos, contadnos, ¿cómo os ha ido?-dice
Tiberius, impaciente.
Pues cuando me
llamaron entré y me presenté a ellos,-dice Alsan- cogí un arco y
me puse en el extremo más alejado de la sala a los muñecos de
práctica y disparé a un par de ellos unas cuantas flechas. Todas en
puntos vitales.
¿Cómo
reaccionaron?-pregunta Nooria.
Pues quedaron
bastante impresionados, aunque tampoco nada del otro mundo.-contesta
Alsan.- Al menos hasta que tiré una que pasó por encima de ellos,
de la lámpara y cayó en otro muñeco,-sigue diciendo con una
sonrisa.- Entonces quedaron un poco desorientados.- se veía que
estaba contento de sí mismo.
Supongo que eso
sí que es impresionarlos.-dice Tiberius bastante pálido.- ¿Y tú
que hiciste Ariadna?
Les cuento todo
lo que yo hice. Tiberius ha pasado al tono más blanco que he visto
en una persona, aunque no lo veo tan grabe. Pero Nooria empieza a
reírse tanto que no puede respirar.
Entonces llegá
un avox, y mediante gestos, nos dice que la cena está lista. Me
acuerdo de la pregunta que me hice anoche, así qué, mientras nos
sentamos y empezamos a comer, pregunto:
Oye, Tiberius,
¿qué han hecho los avox para ser sirvientes?¿Y por qué no les
dejan hablar con nosotros?
Son traidores
al Capitolio-explica Tiberius de los más normal.- Y no es que no les
dejen hablar, es que no pueden. Les cortaron las lenguas.-se hizo el
silencio. Alsan y yo dejamos de comer.
¿Qué les
cortaron las lenguas?¿El Capitolio los mutiló? ¿Y Tiberius lo dice
como lo más normal del mundo? No me lo puedo creer. Sabía que el
Capitolio era cruel, pero esto...
Nooria cambia
de tema, supongo que mi cara de horror ha sido bastante.
Al terminar la
cena, volvemos a los sofás y ponemos la tele. En esto que llegen
Orión y Samantha y se sientan con nosotros.
Al poco
empiezan las puntuaciones.
Del 1 al 5 son
puntuaciones bastante malas-empieza Nooria- significa que no sois
peligrosos. Del 5 al 8, están bien, no sois muy peligrosos, pero
sabéis defenderos. Del 8 al 10, es que sois bastante peligrosos. Y
del 10 al 12, mejor que no se crucen por vuestro camino.
Allí empiezan.
Se ve la cara del tributo, y luego su puntuación debajo de la foto.
Casi todos
tienen notas entorno al cinco. Josh y Prue consiguen un 7. Cuando nos
toca a nuestro distrito, estoy muy nerviosa. Alsan tiene un 10.
Bien hecho,
chico-dice Orión, muy ilusionado.
Todos lo
felicitamos, después, sale mi foto.
Un 10.
¡Henorabuena,
Ariadna!- exclama Samantha.
¿Lo he visto
bien?¿Enserio?-pregunto, no me lo creo.- ¿Un 10? ¡Pero si apenas
he hecho nada! Solo maté un pavo con un poco de veneno.
No solo eso,
-dice Alsan- escondiste el veneno en otra fruta, y se lo enseñaste y
bromeaste con los vigilantes sin que te dieran miedo. Eso es tener
coraje.
Le sonrío y
seguimos viendo puntuaciones.
Daren saca un
8. Me sorprende mucho que el chico del 10, Toma Riddle, saque un 10
también. Es un chico flacucho y no muy alto, con apenas 14 años.
¿Qué les habrá enseñado a los vigilantes?
Luna saca un 7,
Kendra, un 8 y Sirius un 10.
Parece que
tenemos buenos aliados, aunque en otros distritos también se han
llegado a notas como el 8 o el 9.
Bueno, me
alegro mucho de vuestras notas, chicos.-dice Nooria sonriendo.
¿Qué vamos a
hacer mañana?-pregunto.
No tenéis
entrenamiento,-dice Tiberius- pero Nooria y yo os ayudaremos a
preparar la entrevista de mañana por la noche.
Y por la
tarde,-dice Samantha con una sonrisa.- nos toca poneros guapos.
Alsan y yo nos
vamos a dormir.
Me voy a mi
cuarto y me lavo el pelo, de la tensión, lo tengo hecho un
estropajo. No me lo seco, ¿para qué si mañana harán lo que
quieran con él para la entrevista? Además, me gusta sentir el pelo
mojado. Es como cuando llovía en casa, y yo salía a la calle solo
para mojarme, y me sentía completamente libre. Y tenían que venir
Henry o Shail a buscarme para que volviera a entrar.
Me duermo un
rato, pero no duermo bien. Sueño con esclavos, con lenguas cortadas,
con avoxs intentado decirme algo importante, y yo sin saber
adivinarlo y con montones de situaciones angustiantes.
Me levanto y
voy, una noche más, a la cristalera, aquella que me tranquiliza,
dónde veo toda la ciudad. Y allí poco a poco, me quedo dormida, y
no tengo más pesadillas.
Pero de fondo,
en mis sueños, escucho los pasos de alguien, que vienen y van, y
noto como me tapan con una manta.
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